En las sesiones de coaching personal, la magia del cambio de observador aparece, unas veces durante la sesión y otras cuando la persona se va a retomar sus actividades.
Una de las razones, en la que puede ser habitual, acudir a un coach personal es cuando en tu vida personal aparecen miedos que no tienes en tu vida profesional. También puede ocurrir al revés. Que la seguridad la tengas en tu entono más íntimo y personal pero tengas una aparente inseguridad en tu trabajo.
En ambos casos lo que choca es el contraste, la paradoja de puntos alejados, uno de otro. Ese descontrol, suele llevar aparejado otros síntomas que te afectan a tu vida.
La forma más efectiva de hacerse fuerte en ambos lados de la mesa es utilizar ha herramienta de la silla vacía, entre otras, que explico ampliamente en mi ebook.
En concreto, se enfrenta a la persona con el otro “yo fuerte”. El “yo menos fuerte” le cuenta al fortachón que es lo que le pasa, como se siente cuando está en esas situaciones. Después, te levantas y vas a la otra silla… y desde ese “yo fuerte” te cuentas que harías en su lugar.
Suelen aparecer recuerdos, circunstancias y soluciones que tu tienes dentro de ti. Las tienes…. Si. ¿Sabes que te pasa? Que las gafas con las que ves tu vida actual, están borrosas y las dioptrías que tienen ya no son las que necesitas.
¿Sabes esa famosa frase de ver la vida de otro color? Eso es el cambio de gafas que te regala el coaching a cambio de una inversión en ti mismo. ¿Cuál crees que es la mejor inversión que puedes hacer? Quizá comprar acciones del Banco de Santander o solo irte a ver la película El lobo de Wall Street con palomitas, desde luego…. Jajaja ¿Tienes dudas entre pagar un buen restaurante o invertir en tu desarrollo personal??? Ahí lo dejo!
Te apetece, como el hombre de la fotografia, ¿darle color a tu vida?…. En el próximo artículo te contaré más cosas. Sólo para ti.
Si no quieres perdértelo, te sugiero que te suscribas y te bajes el ebook que te regalo, sobre cómo comunicarte con los demás y contigo mismo.
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