Siguiendo con el anterior articulo sobre procrastinar tu coach personal te puede contar que estos últimos meses he librado (y sigo) luchas encarnizadas contra actitudes mías que quiero erradicar y voy a añadir procrastinar a mi lista. Me caracterizo por dar la cara y por mi responsabilidad. Y es poco compatible todo ello con procrastinar.
Desde ya haré (con ayuda de Evernote y siguiendo GTD):
- Recopilare las tareas, ideas y actividades que vayan surgiendo en mi vida. Las saco fuera de mi cabeza y dejan de tener peso en ellas. Me ocupo de ellas introduciéndolas en una carpeta de “Entrada”.
- Procesare las notas de la carpeta de entrada para saber si la tarea no la puedo hacer yo y depende de otra persona. Se lo notificare y esperare, estando pendiente, hasta que la finalice. Si tengo que hacer algo yo, lo haré.
- Tareas que me lleguen y que detecte que son cortas de realizar, las haré sin más. Sigo ocupándome. Las introduciré en una carpeta de “Próximos”
- Si la tarea es más larga y estoy necesito documentación adicional o simplemente es un proyecto. La introduciré en una carpeta de “Proyectos”. Abriré una carpeta por proyecto.
- Al final de la semana o día realizare una revisión de las carpetas para bien archivar las tareas realizadas o bien pasarlas de una carpeta a otra en función del estado en que se encuentren.
En resumen, me ocupo sin buscar excusas porque descubro que si hago lo que tengo que hacer me siento más confiado y seguro.
Preguntas que te puedes hacer para decidir qué hacer:
- ¿Qué sientes al finalizar tus tareas?
- ¿Cuándo te das cuenta que has perdido ese tiempo que no se puede recuperar?
- ¿Cómo te ven los demás cuando acabas las tareas que empiezas y no atrasas su realización?
- ¿Quién gana si no procrastinas?
- Crees que a alguien le puede ayudar que tu grado de procrastinación se reduzca al mínimo.
- Tu amiga la Pereza ¿cómo se sentirá?
- Todas esas excusas que te buscas. ¿Dónde estarán ahora?
- ¿Qué nuevas conversaciones se abren contigo mismo o con los demás?
- ¿Cómo ves el presente?
- ¿Para qué te sirve?
Cuando te das cuenta de la dedicación de tiempo que utilizas en buscarte excusas o hacer otras cosas que te gustan más que otras, sin hacer otras que también tienes que hacer y cuando sabes que si tú no las haces o deciden por ti pasa lo siguiente:
- El otro decide lo que más le conviene. Si es empático también decide lo que más le conviene. No te engañes.
- Las personas que te observan (y a todos nos observan) ven que te falta empuje y decisión en algunas ocasiones y por ahí aparecen tus puntos flacos. Quizá podrías rellenar esos puntos flacos o quizá no. Tú decides.
- Al final tienes que hacerlas. Si es un tema de trabajo, solo consigues que tu jefe/cliente/compañero te insista y hasta se enfade o pierda confianza en ti. Si eso es lo que quieres, adelante.
- Y ahora, ¿Para qué te sirve?
Seguro que se te ocurre alguna opción más dentro de esa medio sonrisa que se está quedando del estilo “Uy, me han pillado con el carrito del helado”, jajaja.
¿Qué te parece si tu empiezas a NO procrastinar?
¿Me cuentas como lo vas a conseguir? Tu coach personal es todo oído.